Ganímedes era un pastorcillo tan amable y gentil que recibió ambrosía, el manjar de los dioses, para hacerle inmortal. Un día, mientras pastoreaba el rebaño y jugaba con su perro Argos, el dios Zeus ordenó a su gigante águila a que bajara a las llanuras de Troya para llevar a Ganímedes al templo de los dioses, de forma que se convirtiera en el aguador favorito de Zeus. Donde quiera que Zeus fuera, Ganímedes lo acompañaba montado sobre su águila, tanto que se le consideró su único amante masculino. La amabilidad de Ganímedes se puso de nuevo de manifiesto ante los dioses cuando le preguntó a Zeus si podría ayudar a los humanos, quienes necesitaban agua. Zeus, que no solía ser muy amable, se sintió ablandado por la compasión de Ganímedes y le dio permiso para que hiciera lo que pedía. Ganímedes se dio cuenta de que enviar una gran cantidad de agua a la Tierra de una sola vez podía ser peligroso, por lo que decidió mandarla en forma de lluvia. Así es como Ganímedes, el pastor, llegó a ser conocido como el dios de la lluvia
M.A.X.
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario